Los lunes son para mi potencialmente los peores días, empezando con tener que levantarme muy temprano
y aunque usualmente mis días universitarios empiezan a las 8 a.m., los lunes también, pero por ser un maldito lunes las personas se multiplican muy temprano en los paraderos, no sé cómo, me he limitado a pensar que la gran mayoría simplemente no salen de sus casas los otros días, o que se van a comprar el pan a un km de sus cuadras. Lo que he optado por hacer es tomar colectivos, lo cual todo freshhhh cuando salgo temprano, pero créanme cuando les digo esto: "Si sales 5 minutos tarde, se vuelven 20". Y así empiezo mis lunes estresantes, le sigue la clase de Bioquímica dictada de 8 a 10 por un ocioso y arrogante viejo con obesidad tipo manzana, a este individuo le atina perfecto la frase de los 5 minutos y a veces te hace esperar hasta 40 antes de dejarte entrar a "apreciar su imperdible exposición".
Para el lunes de hoy, 4 de Junio, tenia pronosticado que iba a ser incluso peor que otros lunes, lo supe desde el sábado, donde una llamada seguida por una mala toma de decisión me llevaron a tener dos días para estudiar para un examen el cual no era seguro que este espécimen tomaría, pero todo freshhh, amanecerse estudiando ya no me preocupa tanto desde que descubrí las bondades del maquillaje.
El domingo, antes de la amanecida que iba a darme, me subió el ánimo el concierto de Radiohead, como buena cabeza de radio que soy y sin haber un steam, no quedaba otra que escuchar las canciones una por una, a darle play, como a la antigua, y mejor si tienes versiones de conciertos. Luego me toco dar un repaso, dormir dos horas a lo mucho, la alarma nunca se escucho, me desperté 30 minutos después que lo acordado (conmigo misma) mi mamá se sentía un poco mal, me preocupé, a consecuencia de todo lo anterior, salí tarde, en el paradero no pasaban colectivos vacíos, sentía frío, stress y sueño. De pronto pasa por mi mente esa idea que siempre anda merodeando en mi subconsciente y con la que Thom Yorke siempre tira de mis cabellos:
¿Qué carajos estoy haciendo? - Levantarme temprano, ir a la universidad. - ¿Para qué, con qué sentido? - Para al final, aprender, obtener un trabajo, formar parte de la sociedad consumista, olvidarme de ser fitter, happier. - Pero esta bien ¿no? Soy un ser humano, el cual necesita comunicarse con su entorno, seria una payasa si tratara de alejarme de ella. - ¡Bien, entonces forma parte de este gran circo! - Pero es que tampoco puedo, de la noche a la mañana, coger una docena de libros e irme a vivir como ermitaña al Tibet - ¡Mierda!
(Así son mis monólogos usualmente por las mañanas, en mi autismo por las tardes e inercialmente antes de dormir.)
Con una moderada sospecha de que no habría examen, me llegó un mensaje: "Parece que lo va a tomar a la mitad de la clase, 9 a.m.", pensé: "Ya, lo que sea." Tomé dos taxis, llegué a las 8:40 esperé AFUERA hasta las 9:20 y no había indicios de que suceda tal evento, el profesor sale del aula a contesta su celular (¡Qué mala educación, qué mal ejemplo! ¡Lo odio, sépalo!), cuelga, - Profesor, buenos días... - me observa y a continuación se da medio giro y entra... Fui barrida por este don nadie.
¿Quién te has creído? ¿No sabes que soy como la nieta de quien algún día fue el profesor del actual rector?... Ah... No hay examen, hmmm algo me decía que no habría...
Eventualmente el lunes de hoy fue mejorando con el laboratorio de zoología a lo que yo le llamo "lunes de autopsia", con ver a Isa y a algunas caritas más y lo estoy terminando con 6 rolls de canela, not bad.
La moraleja que obtuve de hoy es que si tengo el presentimiento de algo y si ocurren sucesos que parecen estar de acuerdo con eso, no importa, porque todo esta dado al azar, así que nunca sabrás qué será a ciencia cierta. Eso sí, puedes decidir cómo quieres pasar tu día, smile and the world smiles with you...
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